sábado, 25 de enero de 2014

Análisis psicosocial de las HISTORIAS DE AMOR

Je t'aime...


Woody Allen nos da un maravilloso paseo por París en la apertura de su película Midnight in Paris... todos los que la hayáis visto coincidiréis en que es una película llena de magia. Los que no la hayáis visto, os invito a hacerlo... 

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Toda pareja tiene una historia de amor exclusiva.

Y cada persona.


Las historias de amor han existido a través de los siglos: aparecen en la literatura, en el cine, en las expresiones artísticas, en las telenovelas, en la música, en la propia vida.


Son inspiradoras. Motivadoras. Moduladoras. Toda historia de amor está además llena de magia, especialmente para los que la viven. Los soñadores flotan, se pierden en las emociones que el amor provoca, fantasean, idealizan, creen supersticiosa y ciegamente en el destino, en la magia y en la energía de la vida que le unirán por siempre al ser amado. Millones de autores han intentado a lo largo de siglos definir el amor sin éxito. Existen múltiples teorías que se acercan tímidamente al concepto del amor. Los psicólogos nos empeñamos en dar un enfoque racional al amor, algo frío y bastante teórico. Precisamente todo lo contrario a lo que sucede en la práctica, siendo la gran mayoría de las veces puramente emocional, impulsivo e imprevisible. Tanto, que se hace prácticamente imposible luchar contra él. Y es una evidencia, las relaciones amorosas reales se alejan bastante de lo que las teorías científicas persiguen, de los ideales que la sociedad impone como "relación perfecta". Así lo demuestran los relatos amorosos de las personas, las llamadas historias de amor.


En la variedad está la riqueza. Si el ser humano no es perfecto, ¿por qué iban a serlo sus relaciones? Si todas las relaciones fueran perfectas (diferenciando perfectas de sanas por supuesto, porque rozando lo patológico, la negatividad no entra en discusión), qué estúpidamente aburrida sería la vida.

Existen numerosos estudios que tratan de responder a las distintas preguntas acerca del amor y de las relaciones de pareja. Sin embargo no existen muchos estudios en el campo de la psicología social sobre las historias de amor (los trabajos de Sternberg (1994, 1995, 1996 y 1999) son casi la mayor aportación científica a día de hoy), si bien un estudio llamó mi atención y es al que le dedico mi post de hoy.


Como bien reconoce este autor, todos desarrollamos a lo largo de nuestra vida como mínimo, una historia de amor. ¿Cómo fue la tuya? ¿Lo recuerdas? Estudiando las narrativas de estas historias, se puede comprobar como éstas influyen en la vida afectiva de los participantes, muchas veces incluso de manera desproporcionada. En función de estas experiencias, sean positivas o negativas, correspondidas o no, de la intensidad con la que sean vividas y del goce o sufrimiento que susciten, la concepción del amor por parte de las personas será de una forma o de otra. Digamos que la experiencia se convierte en el marco de referencia del protagonista. La idea de amor es distinta así para cada persona, así como las prioridades en una relación de pareja. Son muchos los componentes que influyen en las experiencias: la personalidad de los individuos, las circunstancias, la edad, la dinámica de interacción, etc.



Según Sternberg (1999) una historia de amor, como todas las historias, tiene una estructura narrativa con inicio, intermedio y desenlace. En ella se interrelacionan y combinan los distintos elementos que la componen, creando una historia de amor única y exclusiva. Por otra parte, establece que: (1) Los protagonistas pueden tener múltiples historias, (2) las historias difieren en cuanto a la significancia y al contenido que le brindan a éstas sus participantes, (3) las historias producen satisfacción en la pareja, (4) las historias cambian según la etapa vital de la relación así como la satisfacción que ésta produce en el momento y (5) todas son interpretaciones subjetivas.


A continuación un resumen del estudio:

Procedimiento

Se captó a 16 participantes entre 21 y 71 años en distintos lugares públicos y se les instó a escribir su propia narrativa sobre amor de forma anónima.

Análisis

Este se realizó siguiendo el modelo teórico de Sternberg (1999) que establece que al analizar narrativas sobre el amor, se pueden clasificar en función de su contenido de diversas formas. Se utilizó para ello la lista de categorías que propone el autor, que consta de 25 tipos de historias que representan una variedad de conceptualizaciones de lo que puede ser el amor y las diferentes maneras de conducta cuando se ama. Al analizar las historias recogidas en el estudio, se identifican 8 tipologías de historias:

  • Recuperación -> supervivencia de la pareja a una situación desagradable
  • Fantasía -> la recreación de una historia fantástica
  • Historia -> narrativa en forma de registros de eventos con una cronología
  • Adicción -> se expresa un estilo de apego inseguro y ansioso al otro, refleja un amor obsesivo
  • Juego -> percibe el amor como un juego (conductas tipo tira-afloja, estrategias, etc.)
  • Viaje -> el amor existió ante un viaje que implicó separación física
  • Emocional -> expresiones afectivas de aceptación/evitación
  • Atracción -> expresión de la atracción física que motiva el otro u otra
Asimismo se identificaron otros elementos relevantes en el desarrollo de las narrativas:

1. El contexto social 
2. Los actores 
3. El tema (idea breve de la descripción de los hechos)
4. El final

Se clasificaron las historias según el criterio establecido y en función del género.


Resultados, discusión y conclusión


Los relatos suelen poner el foco en cómo nació la relación de pareja (el momento de conocerse), el contexto social y las conductas que asumieron al identificar cierta atracción y que le llevaron a la consolidación (o no) de la pareja. 

Los contextos sociales donde se produjeron los encuentros fueron en su mayoría, por orden de jerarquía: en la iglesia, en el colegio y en fiestas. (el primer caso me ha sorprendido y es probable que se deba a que este estudio fue realizado en Puerto Rico). En muy pocas ocasiones se produjo el encuentro realizando actividades deportivas.

Los actores de las historias que contribuyeron a la historia, además de los protagonistas, son mayoritariamente amigos, hermanos, madres y familiares cercanos. Otros que se mencionan significativamente son los hijos/as en los casos de protagonistas que son padres o madres.

El tema se enfoca en el primer encuentro siempre y cuando existiera atracción física en ese momento. Si la atracción apareció más tarde, se moviliza el foco al proceso de la historia y no un momento puntual.


Los contenidos reflejan una gran variedad y una memoria de recuerdos y olvidos (otro punto interesante: los eventos con carga emocional negativa suelen pasar al olvido y no se mencionan en la historia o al recuerdo como desencadenante de un cambio positivo) sobre la que se construye la identidad de pareja, el "nosotros". Eso sí, hay un elemento común a todos los relatos: la intención de conocer al ser deseado e iniciar una relación con ella.

Las acciones conductuales evolucionan por etapas y dependen principalmente de la aceptación o evitación de la persona que se desea como pareja.

Las tipologías ya las he mencionado antes y son comunes a ambos géneros, si bien pocas fueron las mujeres que puntuaron alto u ofrecieron una narrativa de tipo fantasía, viajes y juego. Solo un hombre relató una historia de adicción. Éstas suelen ser de hecho más frecuentemente relatadas por mujeres.

En cuanto a los finales de las historias, los participantes expresaron una variabilidad de finales que se refieren a un presente inmediato o a un futuro incierto, pero en todos los finales se percibe la historia de manera estable.
Resulta interesante que estos finales no se recrean en el presente y en el futuro de la relación, sino en la base de cómo nació la relación. NINGUNO de los participantes desarrolla su historia en cómo se ha mantenido la pareja y qué contratiempos surgen entre ellos. El momento histórico es siempre en el pasado. Es curioso, ¿no? Parece que al consumirse en nuestra sociedad occidental una cultura de amor idealista, el presente y el futuro de aquellas relaciones que han logrado una estabilidad no se concibe como historia de amor, pues no encaja con la idea de romanticismo.

Obviamente si nos centramos en el género, se observaron algunas diferencias, como el nivel de expresión, siendo las mujeres mucho más expresivas que los hombres en sus relatos y describiendo sus sentimientos y emociones con más intensidad y detalle.

El estudio de las historias de amor contribuye a la mejora del entendimiento del proceso y del contexto en los que se inicia una pareja y los motivos por los cuales se mantienen en el tiempo. Este análisis aporta nuevos abordajes para comprender la experiencia del amor en una pareja. Para que la relación se mantenga en el tiempo, las historias deberían ser consistentes entre ambos miembros, por esto resultará interesante investigar las narrativas del desarrollo de una relación así como las similitudes y diferentes de los relatos obtenidos de cada miembro de la pareja. 


¿Cómo es Tu historia de amor?







¡Hasta muy pronto!




"La historia es, más o menos, una simpleza. Es tradición. No queremos tradición. Queremos vivir en el presente y la única historia que tiene algún valor es la que nosotros hacemos" (Henry Ford)

1 comentario:

  1. un tema muy interesante, me gusta!!!! y muy bien escrito!!!!!

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