jueves, 11 de abril de 2013

Repasa tus conocimientos... ¿SABES COMER BIEN? (II)



Frutas y verduras... Las olvidadas por excelencia            


Existe una amplia gama de frutas y verduras. Cada grupo de éstas cuenta además con una variedad inmensa de subtipos, con lo cual el argumento "no me gustan las manzanas" puede sonar igual de inculto que afirmar "no me gusta leer" porque una vez leíste un libro y no te gustó. Prueba, experimenta, busca cuáles son las variedades que a tí más te gustan. (con esto no estoy fomentando el choricismo; no quiero veros en el supermercado metiéndole mano a la fruta, probando una fresilla o una cereza como quien no quiere la cosa... ¿eh? que nos conocemos).

De la verdura debo decir exactamente lo mismo... "No me gustan las espinacas". Las puedes cocinar con queso. "Me da grima la textura de las zanahorias". Puedes preparar una crema o un zumo con ellas. "Me da pereza comer fruta por el hecho de pelarla". Puedes echar 4 piezas en un recipiente y prepararte un batido/zumo multifrutas. Échale creatividad e imaginación. Hay tantas formas de convertir los alimentos en platos de tu gusto... Es más, la actividad de cocinar en sí puede tener efectos tan relajantes como darse un baño o leer un buen libro. Al fin y al cabo, es una actividad que requiere un nivel moderado de concentración, así puedes permitirte el lujo de perderte en tus pensamientos mientras la realizas.

Un informe de la OMS y la FAO publicado recientemente recomienda como objetivo poblacional la ingesta de un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras (excluidas las patatas y otros tubérculos feculentos) para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad. Un adulto normal debería tomar entre 4 y 5 piezas diferentes de fruta al día y 5 ó 6 de verdura.


Pescado... Saludable, saludable.

La "fast-food" se compone principalmente de carne de cerdo/vacuno/aves y verdura manipulada. Pocas veces encontraremos comida "to-go" compuesta de pescado, y sin embargo se encuentra en una posición muy ventajosa respecto a la carne de animal.
El pescado se conserva con mayor frecuencia congelado, pero ofrece sus mejores propiedades cuando se encuentra en estado fresco. Igual que con las frutas y verduras, existe tanta variedad dentro de este grupo que me duele el oído cuando escucho a alguien decir "no me gusta el pescado". ¿Ninguno? ¿Los has probado todos? Porque el sabor de un salmón poco tiene que ver con el de un lenguado.
La proteína del pescado es de alta calidad biológica y su contenido en aminoácidos esenciales es igual al de la carne roja o de res, lo que la hace más digerible, por contener menos tejido conectivo.
El pescado en general no posee mucha grasa y la poca grasa que contiene es rica en ácidos grasos poliinsaturados; este tipo de grasas constituyen un componente esencial en la nutrición humana, ya que el organismo no puede sintetizarlas por sí mismo, y tiene que consumirlas vía oral. El contenido graso es mayor en los peces marinos, como el bacalao, el lenguado, la sardina o la anchoa, que en los de agua dulce, como la carpa o el bagre. Hay dos tipos primordiales de ácidos grasos poliinsaturados, el tipo omega-3 (ácido linolénico) y el tipo omega-6 (ácido linoleico); y ambos desempeñan importantes funciones en el organismo.
Además el pescado (según la especie en mayor o menor medida) es una fuente de vitaminas y minerales, como las liposolubles A y D, la hidrosoluble B12, y de elementos como fósforo, magnesio, selenio y yodo (importantísimo para la correcta función de la glándula tiroidea y presente en pocos alimentos además del pescado), sobre todo en los marinos. La vitamina B5  o ácido pantoténico se sintetiza en bacterias y en vegetales verdes, y se almacena en los tejidos animales; por lo tanto su distribución es muy amplia en pescados de agua salada.
Las sardinas conservadas en aceite y los bacalaos secos salados, y otros productos conservados, son también ricos en calcio, niacina o vitamina B3, riboflavina o vitamina B2,  en vitamina A, y hierro, aunque menos que la carne animal.
¿Necesito darte más motivos para que aumentes el consumo de pescado en tu dieta?

 


Antioxidantes contra la ansiedad y la depresión

Dos estudios diferentes consultados (os proporciono la bibliografía al final del artículo) han demostrado, que existe una relación causal entre el consumo/no consumo de antioxidantes en la dieta y el diagnóstico/no diagnóstico de ansiedad y depresión. Esto significa que consumir alimentos antioxidantes contribuyen (como factor complementario) a prevenir trastornos mentales en caso de tener una predisposición a ello. ¿Qué alimentos consideramos antioxidantes? No prescindas de los cítricos: limones, limas, naranjas, pomelos...

Aquí os proporciono un LINK de una lista de alimentos antioxidantes que me ha parecido muy completa.


¡Hasta muy pronto!


Bibliografía 1

Bibliografía 2








"No hay amor más sincero que el que sentimos hacia la comida." (George Bernard Shaw)




4 comentarios:

  1. Fantástico post y que viva el pescado!

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    1. Tengo que reconocer que aunque las tomo me cuesta un montón comer tanto frutas como verduras

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  2. Qué viva el pescado sí. :) Yo lo echo mucho de menos aquí en Alemania.

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  3. ¡Excelente artículo! Además lo que me ha gustado más es la manera de escribir que tienes. ¡Qué lectura más amena!

    Un saludo y enhorabuena

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